
No hay empresas malas sino liderazgos deficientes
A menudo escucho decir “esa empresa si es mala” o “esa empresa era buena y me gustaba trabajar allí, pero ahora es terrible”. Según mi experiencia, no hay empresas malas, sino liderazgos deficientes, con gerentes sin herramientas ni conocimientos suficientes para manejar con eficiencia equipos de trabajo.
Ser gerente no es un título ni un diploma, tampoco se trata de tener el puesto más alto dentro de la empresa. Ser gerente va más allá, es saber que las personas a tu cargo no son tus esclavos, sino que todos en conjunto -incluyéndote- son un equipo que juega para el mismo lado, en el que tú eres líder y como tal debes saber escuchar, dar el ejemplo con tu comportamiento y resolver las situaciones que se presenten, tratando siempre que en la solución del conflicto todos salgan beneficiados o estén de acuerdo.
Sabemos que entre más grande es el grupo a liderar, más complejo es alcanzar consensos y ponerse acuerdo en la toma de decisiones, pero no es imposible y esto se logra solo si como gerente otorgas la importancia y respeto que merecen cada uno de los puntos de vista que confluyen en tu grupo de trabajo. Cuando todos los miembros son conscientes de que juegan para el mismo equipo (porque así se les ha hecho sentir en todo momento), no tardarás mucho en conseguir soluciones rápidas a los problemas y juntos lograr cumplir con éxito los proyectos planteados.
Para saber gerenciar efectivamente hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:
▸Saber escuchar.
▸Tomar en cuenta las opiniones del equipo.
▸Entender que al momento de trabajar todos son iguales, desde el dueño y/o gerente hasta el obrero.
▸Permitir que los miembros del equipo trabajen cómodos y a gusto.
▸Permitir descansos paulatinos de desestress, esto aumenta la productividad.
▸Nunca suponer; hay que tener seguridad y dejar las cosas claras de la mejor manera.
▸Una premisa bastante trillada, pero muy acertada: “Regañar en privado, felicitar en público”.
▸Dar el ejemplo con tus actos.
▸Saber establecer una línea entre el respeto y la confianza.
▸Buscar siempre la solución a situaciones o problemas.
▸Hablar en plural y no en singular, recuerda que son un equipo.
▸Nunca hablar mal de un compañero de trabajo, si algo no está bien, convérsalo directamente con esa persona y busca siempre la mejor solución.
▸No fomentar malos entendidos, ni suposiciones. Establecerlo como regla si es posible.
▸Ayudar siempre al que lo necesite.
▸Si algún miembro del equipo tiene que trabajar horas extras, velar porque estén cubiertas sus necesidades para poder cumplir con esa jornada adicional y, si es necesario, acompañarlo aunque sea un rato. Luego mantente en constante comunicación por celular, chat o WhatsApp.
▸Lograr que tu equipo trabaje por pasión y vocación, y no únicamente por la remuneración.
[Texto editado por Eloísa Valles]

SINDY DE TURRIS
Síguela en @sindydeturris y en @conmenteycorazon
Asesora en Gerencia Empresarial, Marketing y Liderazgo. Coaching gerencial.
➞ Sindy es #ColaboradoraASE desde Estados Unidos 🇺🇸

